viernes, 3 de enero de 2014

En un escenario blanco y negro


Se enciende el primer foco alumbrándome, tenue pero seguro. Siento como la inseguridad recorre todo mi ser. Sentada en el borde de la cama recibo una llamada, la cual es irritante. Desato toda mi ira con la ropa colgada en el armario, lanzándola encima de la cama. Tras mucho mirar cojo el vestido negro sabiendo lo mucho que te gusta junto con los tacones rojos.
Con la vaga esperanza de que esa ira se convierta en pasión al tenerte cerca voy decidida a cambiarme para el encuentro.
Pasando a siguiente escena me interrumpen tus manos. Sin darme cuenta, sujetas a mi cintura bajan lentamente.Con intentención de una repentina reconciliación me dices al oído de espaldas, lo que sabes que me gustará. Rápidamente me das la vuelta y me miras con intensidad, ésa que sólo conozco yo. Me envuelves en tus ganas de besarme. Encandilándome con palabras pasas de los labios al cuello lentamente. Dejo caer los tacones al suelo mientras me encuentro rodeando tu cuerpo desde tu cintura. Pasando entre calles oscuras frías a la habitación más cálida, el baño. Abres fuerte la puerta con tu cuerpo, colgada a ti remuevo todo tu pelo y lentamente me bajas. Sin despegarme de tus labios dejo caer tus pantalones. Me desabrochas el vestido y rápidamente lo dejas caer acariciando todo el contorno de mi cuerpo. Sin ninguna prenda más, con no más que el roce de tu cuerpo junto al mío. La bañera llena nos llama y en ella dejándonos llevar por el momento. Entre burbujas y apasionados besos disfrutamos de una noche para nunca olvidar.

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